Levantarse a las 5 de la mañana un miércoles es duro, pero hacerlo para participar en el South Summit 2016 es razón suficiente como para no apagar el despertador con rechazo desde hacía muchos días. Llegar al punto de recogida del autobús y que todos los voluntarios y miembros del equipazo de Spain Startup estén con una sonrisa, nerviosos pero con una sonrisa, estresados, pero con una sonrisa. Hablar con la primera persona del gran corrillo previo a la salida para La N@ve y que sea una americana que estudia la carrera de emprendimiento y que ha venido expresamente a España para el evento… Solo se puede ver en el Summit.
Porque eso es lo que pudimos vivir los asistentes al mayor evento de emprendimiento del sur de Europa, pasión, ilusión y ganas de hacer las cosas bien. 4 escenarios maravillosamente preparados; 1 marketplace donde se dieron cita más de 120 startups con stand y otras cientas que se acercaron a encontrar partners, ideas o simplemente inspiración; 1 torre con representantes de los mayores fondos y aceleradoras de España y Europa y una amplia zona de food trucks y música donde relajarse hasta haciendo negocios. En resumen, 3 días de ajetreo constante en torno al Summit que me han valido por varios meses de aprendizaje.
Charlas, charlas y más charlas se impartieron en la antigua fábrica del distrito de Villaverde, aprender de los mejores de cada sector estaba muy cotizado y en las afueras de los escenarios siempre había grandes colas que amenazaban con desbordar el amplio espacio escogido para esta edición. Desde Allen Blue, uno de los cofundadores de LinkedIn, hasta los CEO de Sabadell, Endesa u Orange Spain pasando por el príncipe de Holanda, la lista de grandes ponentes es interminable. Todas las formaciones, idiomas y estilos de innovación se dieron cita en el evento liderado por María Benjumea. Sólo necesitabas pasear la mirada por el programa para encontrar varios líderes en cada una de las verticales: fintech, moda, viajes, eduación o industria y energía entre otras. Mesas redondas de moda, masterclass de robótica o discusiones sobre el modelo de ciudad que veremos en el futuro, todo esto a 30 metros unos de otros.
Siempre quedaba espacio para conocer a los 100 finalistas que tenían su hueco en el marketplace, escuchar las ganas con las que cada emprendedor vendía su idea junto a los grandes inversores o personalidades que se acercaban era muy didáctico, cada uno con su estilo era capaz de contar lo mejor de su idea. Las tarjetas volaban y hasta tuvimos que habilitar una zona auxiliar para reuniones individuales de inversores con startups ansiosas por incorporar capital y experiencia a su proyecto. Ayudar a todas y cada una de las aceleradoras y empresas que estaban día tras día levantándose tan temprano como nosotros y dejándose la piel para que todo saliese bien me ha dado cosas que no podría haber experimentado de ninguna otra manera desde mi posición.
El agradecimiento de las últimas horas, sobre todo de las startups e iniciativas extranjeras, mención especial a la cámara de comercio alemana y a los pibes de la embajada argentina que siempre tuvieron buenas palabras, hasta cuando tenían un problema, fue muy especial. Ver la ilusión de la competición de niños, presentaban en inglés mejor de lo que lo haría un directivo internacional, al entrar en lo que para ellos debía ser un gigantesco escenario y ganarse a todos teniendo menos de 12 años, es uno de los recuerdos imborrables de estos días. Para ellos es el ecosistema que estamos construyendo entre todos.
Las ponencias múltiples del Summit fueron para mí los formatos más interesantes y dinámicos (algunos con participantes que ya han pasado por nuestros eventos). Discutir en abierto sobre temas amplios y donde diversas ideas confluyen es para mí mucho más único que la típica presentación de alguien exitoso que puedes encontrar en Internet fácilmente. Momentos especiales, es lo que se buscó desde la organización del evento y es por eso que+12.500 personas han pasado por La N@ve y por lo que decenas de acuerdos han sido auspiciados por este proyecto tan bonito que ya va a por su cuarta edición.
Si me tengo que quedar con algo es con el contacto humano, con todos. La radiante energía positiva de María Benjumea que siempre tenía un gesto para nosotros entre todo el ajetreo; el gran grupo humano que se fraguó en varias horas con todo el staff, Rober, Elena, Esther, Edu, Ramón, Javi, María, Carlos, Natalia, Helena, Jacquie, Raquel, Valerie, Mercedes, Asís, Nacho… su trabajo no se paga con dinero; el hambre de todos y cada uno de los finalistas que aún después de perder la competición, seguían dando la cara por su modo de vida; los ponentes que fuera del escenario se mostraban tan abiertos y atentos como cuando apuntaban las cámaras; los políticos que se pasaron por el evento a algo más que hacerse la foto.
Párrafo especial se merece Gary Stewart, que en sólo 10 minutos fue capaz de darme 5 o 6 claves que valen su peso en oro. Si la experiencia es un grado, él tiene un auténtico máster en emprendimiento con mención en networking. Quedar atrapado en su órbita se traducía en presentaciones con los CEO líderes de sus respectivos sectores, nuevas ideas y motivación a raudales, era la máxima expresión de mi último artículo. Tratar a todo el mundo como lo hizo conmigo, eso sólo lo hacen los grandes.
En resumen, 3 días en los que espero que hayáis vivido al menos la décima parte de lo que yo lo he hecho. No hace falta decir que recomendamos el South Summit 2017, id marcándolo en rojo en vuestro calendario. El reloj ya ha empezado a contar, tic, tac, cada vez queda menos…
PD: Todas las charlas aquí
«Una idea no se va a hacer realidad hasta que te la creas y salgas ahí fuera a crearla»