La suerte del principiante se busca

¿Verdad que todos habéis hecho ese ejercicio de describiros con tres palabras? Pues yo nunca incluí la palabra ‘emprendedora’. Era algo en lo que no pensaba, y en el caso de que lo hiciera ese pensamiento siempre venía acompañado de “qué pereza”, “qué difícil” o “qué caro”.

Como sí me defino es como una persona curiosa y activa, y eso es lo que hizo que encontrara en Internet Yuzz, un programa de jóvenes emprendedores con ideas que te ofrece asesoría, formación y asesoramiento. Nada más ver el programa, las opiniones, el objetivo de este y, para qué mentir… los premios; estrujé mi cabeza durante apenas cinco minutos, lo juro, para pensar un negocio creativo con el que poder participar. ¿Por qué no? Nos apunté a mi novio y a mí con lo primero que se me ocurrió sin decirle nada porque, en serio, si no era él, ¿quién más iba a querer participar en un proyecto emprendedor sin siquiera saber apenas cuál es la idea?

Al mismo tiempo que desarrollas el plan de empresa, guiado por un profesional-tutor, recibirás formación periódica por parte del pool de expertos YUZZ y participarás en retos, concursos y en el YUZZday.

 

No hice gran cosa. Sólo fui impulsiva y escribí en la casilla de “tu negocio emprendedor” algo que pensé que podría ser útil para el resto del mundo, algo que llevaba pensando un tiempo pero sin llegar a plantearlo como un negocio, simplemente como un “ojalá alguien inventara…”. Un par de semanas después nos llamaron, querían hacernos una entrevista por nuestra sencilla e innovadora idea. Sin saber cómo les terminó de convencer y entramos en el programa (algo que, para los que no lo conozcáis, no suele ser sencillo), convirtiéndonos en aquellos inventores en los que días atrás pensaba que tendrían que llevar a cabo mi idea. Resulta que al final iba a montarla yo sin darme siquiera cuenta.

No voy a mentir, no es fácil, ni rápido, pero sí que puede llegar a ser relativamente barato, y sobre todo puede motivarte, hacer que las horas pasen a ser minutos y sin que te des cuenta te conviertas en, por qué no, un pequeño Steve Jobs (probablemente con mejor carácter). Lo importante es que es divertido, o por lo menos tú tienes que hacer que así sea, y, aunque hablo desde la todavía completa ignorancia emprendedora, voy a recomendar (y remarcar) lo que muchos ya dicen:

Primer consejo:

No lo hagas solo. Aprende a debatir con tu equipo y a no discutir. Aunque un grito siempre sea la opción más sencilla y rápida para decir que tu idea es mejor, es preferible una idea mediocre y un equipo unido que la mejor idea del universo pero nadie con quien desarrollarla.

Segundo consejo:

Querer es poder. Siempre (o casi). Si tienes una buena idea que te gusta, a tus conocidos les gusta y tienes acceso a Internet, ponte a ello. Busca tutoriales, foros, artículos, libros, referencias… apúntate a cada concurso y cursos que veas… ¡TODO lo que se te ocurra!

Tercer consejo:

Y el último consejo que tanto nos repiten pero nunca nos terminamos de creer (incluida yo misma) es que nunca os hagáis de menos ni a vosotros ni a vuestro proyecto. A grandes rasgos voy a contaros lo que sentí el tercer día en el programa de Yuzz: era día de presentaciones para que se nos asignaran tutores y cada grupo tenía que presentarse y exponer su negocio. Gracias a Dios salí de las primeras y dije que estudiaba Diseño y Branding, mi pareja ADE y estábamos desarrollando una página web.

En cuanto terminamos el discurso le toco el turno al resto de yuzzers: ingenieros químicos, mecánicos, industriales, médicos y un largo etcétera con estudiantes-emprendedores que habían desarrollado desde molinos de viento verticales que obtenían un 15% más de energía que el resto de molinos registrados hasta creadores de drones con sensores que permitían detectar qué cultivo no estaba en buen estado y no iba a dar frutos esa temporada con un precio un 600% más bajo que la media de drones con esta función.

¿Hola?. Yo-hacía-Diseño. Y tenía una página web. Pasé dos horas entre mirando avergonzada al suelo y observando a todos los que iban saliendo con la boca abierta. Cuando salí mis amigos me dieron una colleja. Estaba emprendiendo y lo estaba haciendo prácticamente sola, sin estudios sobre el tema y sin dinero, pero lo estaba haciendo o por lo menos intentando, y me habían aceptado en un programa al que muchos habían intentado entrar y no lo consiguieron.

¿Recordáis que dije que si tu idea gusta te pongas a ello enseguida? Bien, pues lo más importante siempre será que os guste a vosotros. Sino, no tenéis nada que hacer. No voy a deciros que fracasaréis como suelen hacer los demás porque si no creéis en vuestra idea directamente no tendréis la oportunidad de fracasar con ella, seguramente la dejéis tirada antes. Por eso es importante mi improvisada – pero a punto de patente – receta del emprendedor:

UNA IDEA QUE GUSTE Y QUE TE GUSTE + GANAS DE HACER ALGO DIFERENTE + ESFUERZO + BUEN EQUIPO + TIEMPO

(lo siento, pero esto último es crucial)

Y por el momento esto es todo. Me encantaría poder deciros que la autora es Claudia Lahuerta, creadora de…, pero no quiero hacer un spoiler de mi todavía naciente empresa así que por el momento, quedaos con mi nombre, lo mejor está por llegar.

PD: Yuzz ya ha empezado, pero todavía tienes tiempo para apuntarte a Programa Avanza, el programa de aceleración de ideas de negocio para jóvenes estudiantes de la UC3M, nuestro reto personal por parte de Start UC3M para ayudarte a potenciar tu proyecto emprendedor durante todo el segundo cuatrimestre.

 

Scroll al inicio